Morena, con una mirada verde azulada como el mar, que invitaba a nadar en sus ojos. Su expresión cansada reflejaba días de sufrimiento contenido y un cierto nerviosismo, que se traducía en un ligero temblor en sus manos al encender un cigarrillo tras otro, y sobre todo en su forma de conducir.
“Sígueme”, fue su única palabra hasta que llegamos junto a su coche. En los pocos metros que acababa de recorrer ya me había arrepentido de haber dicho si. Pensé en dar media vuelta y marcharme, pero cuanto mas la miraba, más me atraía.
Algunas mujeres me provocan un fuerte atractivo sexual, sin que esto tenga nada que ver con su físico, es como si se produjese una reacción química en mi organismo que me lleva a ese estado.
Mientras dejaba su gabardina en el asiento posterior, pude verla tal cual era y lo que vi me gustó. Una vez sentados en el coche intenté iniciar una conversación normal
- ¿Cómo te llamas?
- Marie – me contestó
- ¿Qué te apetece hacer?
- Vamos a cenar ¿Cuál es tu hotel?
Era evidente, por muy bien que yo hablase su lengua, que no era francés, por lo que la pregunta no me sorprendió y se lo dije.
- Bien, buscaremos algo por allí
Aproveché el corto trayecto para observarla con detalle. Los rasgos de su cara le daban un aire de dulzura que culminaba en unos labios un poquito carnosos que invitaban a ser besados. Sus manos se veían cuidadas y se movían con movimientos delicados. Su piel era blanca sin síntomas de haber sido castigada por el sol. Su pecho era generoso, sin exageraciones. Caderas bien formadas y piernas que seguían la misma línea que las caderas.
Aparcó en las proximidades del hotel y nos dirigimos caminando hacia la Avenida de la Opera en busca de algún restaurante.
“Sígueme”, fue su única palabra hasta que llegamos junto a su coche. En los pocos metros que acababa de recorrer ya me había arrepentido de haber dicho si. Pensé en dar media vuelta y marcharme, pero cuanto mas la miraba, más me atraía.
Algunas mujeres me provocan un fuerte atractivo sexual, sin que esto tenga nada que ver con su físico, es como si se produjese una reacción química en mi organismo que me lleva a ese estado.
Mientras dejaba su gabardina en el asiento posterior, pude verla tal cual era y lo que vi me gustó. Una vez sentados en el coche intenté iniciar una conversación normal
- ¿Cómo te llamas?
- Marie – me contestó
- ¿Qué te apetece hacer?
- Vamos a cenar ¿Cuál es tu hotel?
Era evidente, por muy bien que yo hablase su lengua, que no era francés, por lo que la pregunta no me sorprendió y se lo dije.
- Bien, buscaremos algo por allí
Aproveché el corto trayecto para observarla con detalle. Los rasgos de su cara le daban un aire de dulzura que culminaba en unos labios un poquito carnosos que invitaban a ser besados. Sus manos se veían cuidadas y se movían con movimientos delicados. Su piel era blanca sin síntomas de haber sido castigada por el sol. Su pecho era generoso, sin exageraciones. Caderas bien formadas y piernas que seguían la misma línea que las caderas.
Aparcó en las proximidades del hotel y nos dirigimos caminando hacia la Avenida de la Opera en busca de algún restaurante.
Mientras caminábamos comencé a notar una cierta relajación en su expresión, la conversación era distendida y agradable hasta que una pregunta de tipo personal le provoco un cambio de actitud nuevamente.
Entendí el mensaje y ella lo confirmó
- Mientras dure esto, no hablaremos de ningún tema personal. Ni tú debes saber nada de mí ni yo quiero saber nada de ti.
- ¿Pero cual es el problema? – le pregunté
- Si no puedes respetar la regla me marchare sin ninguna explicación.
Acepté sin condiciones. Al fin y al cabo ¿Qué podía perder?
Fuimos asaltados por un camarero con mandil hasta los pies, al detenernos en la puerta de su restaurante. Marie me explicó que era una costumbre para ayudar a decidirse a los clientes. Después de explicarnos en 15 segundos las excelencias de su local y de las viandas que en el se trasegaban, optamos por aceptar su invitación.
La cena transcurrió tranquila, acompañados por los Nocturnos de Chopin y regada con un aceptable vino nacional que ayudó a afianzar un poco más el frágil vínculo que acabábamos de establecer.
Al salir nuevamente a la calle me había propuesto dos cosas respecto a la misteriosa desconocida que me acompañaba. En la semana que tenia por delante debería averiguar cual era la razón para tanto secretismo. Al fin y al cabo yo era un accidente temporal en su vida que difícilmente volvería a aparecer. Mi segundo objetivo era hacer lo imposible para hacer el amor con ella.
Regresábamos caminando hacia el coche y me propuso tomar una copa.
Paseamos hasta un local situado detrás del Louvre que se llamaba “Le Fumoir” (El Fumadero) que como su nombre indica tiene la peculiaridad de permitir fumar en su interior, algo que agradecí, también soy fumador. Al abrir la puerta debías esperar unos segundos a que la vista se habituase a la nube de humo que allí había. Por suerte al poco tiempo ni lo notabas. Marie saludó a uno de los camareros y nos buscó un hueco para sentarnos en el atestado local.
El ambiente era tranquilo. Ella pidió un gin tonic yo pedí un Laphroaig y teníamos a Diana Krall sonando de fondo.
Al cabo de un tiempo, estaba empezando a tener algún problema para mantener una charla amigable y distendida al tener que estar pensando constantemente en no meter la pata con los temas prohibidos, así que sin pensarlo la besé.
Mas que un beso fue una caricia con los labios. Su boca me transmitió la dulzura que reflejaba su rostro y me gustó, me gustó mucho. Me separé levemente para mirarla a los ojos y nade en un mar de tristeza hasta que los cerró. Se acercó despacio hasta que rozó mis labios. Note como su lengua buscaba a la mía en un gesto de intimidad que me hizo estremecer. Estrechamos nuestros brazos, nuestros pechos se juntaron, mis manos recorrieron su espalda y note como ella también se estremecía.
Durante unos minutos fuimos ajenos a todo lo que nos rodeaba ..........
Continuara
H. Chinaski
3 comentarios:
Bueno, bueno...no quiero que recaiga en mi el peso de la crítica!!.
Sabes que escribes bien, si acaso podriamos decir que algo "rosa". Lo romántico sólo interesa ser leido cuando no puede ser vivido.
...Pinta bien, sí...con Diana no podría ir mejor. Al menos esta semana tendremos algo por lo que esperar. ¿has pensado ya cuanto va a durar tu viaje?
El mio duró 18 días.
Y respecto a tus deseos. "Of course", totalmente comprensible.
Hola Shinta
Eres muy libre de crrerme o no, pero te aseguro que no tengo ni idea sobre si mi forma de escribir esta bien o no.
Lamento haberte dado la impresion de buscar el halago gratuito.
Solo pido tu opinion sincera, si me la quieres dar.
Tienes razon en cuanto a lo del "rosa", Es que a veces peco de excesiva prudencia, y a la hora de escribir aqui pienso que por un lado lo puedes leer tu, no te conozco, no se si te puedo parecer un zafio, o un bestia segun las palabras que utilice o como lo cuente. Por otro lado tambien pienso que alguien al leer esto pueda pensar que esta en un blog pseudo porno y no es esa la finalidad con la que lo he creado. Si fuera asi lo habria clasificado X.
Romantico creo y me dicen que no lo soy. Mas bien lo contrario. Pero tambien puede ser una manifestacion del subconsciente cuando se libera ¿quien lo sabe?.
Mi viaje literario acabara en la proxima entrada.
Mis viajes a Paris espero que no acaben nunca.
¿O no hablabas de esos viajes?
Espero que la tercera entrega te haya parecido menos "ligth".
En funcion de lo que opines escribire la cuarta y ultima.
PARA JANE
225 días bajo la hierba
y sabés más que yo.
Hace mucho que te quedaste sin sangre,
sos leña seca en una cesta.
¿Es así como son las cosas?
En esta habitación
las horas del amor
aún hacen sombras.
Cuando te fuiste
te llevaste casi
todo.
Me arrodillo por las noches
ante tigres
que no me dejan tranquilo.
Lo que fuiste
no se repetirá.
Los tigres me han encontrado
y no me importa.
Charles Bukowski (Poemas)
Hasta pronto.... espero
H. Chinaski
PD. ¿Cuales son mis deseos? Dimelo tu
Hola de nuevo
Gracias por acordarte
Olvidé dártelas antes por dedicar una parte de tu escaso tiempo a este, tu humilde servidor.
Vamos..... que si no quieres, no hace falta que esperes toda la semana.
Que ya tienes material para otro comentario
Por cierto ¿quien es Diana? ¿me he perdido algo?
También olvidé preguntarte ¿por que no validas mis comentarios en tu blog?
¿Lo tienes en "stand bay"?
¿No quieres que los haga?
¿Cuando vas a escribir en el?
Perdon, a lo mejor estoy preguntando demasiado.
Hasta pronto nuevamente
H. Chinaski
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